‘’Antes en ningún momento se hablaba español", dijo Aurelia Ojeda traduciendo las palabras en Kumiai de su madre, Virginia Meléndrez.
"Por ejemplo ella con mi abuela, con mi nana era puro Kumiai, dice que te levantabas a hacer de comer, a hacer tortillas, a ir a cortar leña, y todo se hablaba en Kumiai, nada de español.’’
Ojeda y Meléndrez forman parte de la comunidad Kumiai de San José de la Zorra ubicada en Baja California, aproximadamente a una hora al norte de Ensenada y a 12 kilómetros del Ejido El Porvenir. Una vez cruzando la frontera a Tijuana, toma aproximadamente tres horas llegar allí.
San José de la Zorra es un valle rodeado de varios cerros con una amplia vegetación y según la familia Ojeda, cuentan con un par de escuelas a donde acuden los niños de la comunidad. Las clases se imparten completamente en español.
Ojeda, junto con su hijo Ángel Díaz Ojeda, platicaron sobre cómo se ha ido perdiendo el idioma Kumiai a través de las generaciones. Ojeda, quien de niña aprendió primero a hablar Kumiai, compartió que actualmente no todos los niños tienen interés por aprender el idioma y que preservar la lengua depende mucho de la educación que reciban en casa.
De acuerdo con el Atlas de los Pueblos Indígenas de México, la lengua Kumiai se encuentra en muy alto riesgo de desaparición. En el último censo, el cual fue realizado en el 2020, solamente se registraron 381 hablantes.
Del otro lado de la frontera
La población Kumiai se extiende a ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos, alcanzando los condados de San Diego e Imperial. Se estima que hay cerca de 3,500 Kumiai en esta región, sin embargo hay poca información sobre cuántos de ellos hablan el idioma.
Los Ojeda comentaron que mantienen contacto con familias Kumiai del otro lado de la frontera a pesar de que comunicarse es un reto debido a que no hablan suficiente español. Sin embargo logran convivir y entablar conversaciones hablando el poco inglés y Kumiai que conocen.
‘’Tienes que preguntar, porque a parte de eso también hay poquitas variantes de Kumiai aquí mismo en Baja", comentó Díaz Ojeda.
Discriminación y vergüenza
Díaz Ojeda dijo que el español es lo que más se habla a diario en San José de la Zorra y considera que la discriminación se da más dentro de la comunidad que afuera.
‘’Tienes que romper esas barreras bien fuertes y no tener vergüenza de lo poquito que sepas. Lo poquito que sepas hay que hablarlo porque el niño te va a mirar y va a seguir el ejemplo’’, dijo haciendo referencia a los adultos de la comunidad que prefieren no hablar la lengua. Él considera que son ellos quienes deben poner el ejemplo a los niños para que se normalice y no se sientan avergonzados de hablar Kumiai.
Su primera lengua fue el español, sin embargo dijo que escuchaba el Kumiai bastante en casa y lo entiende muy bien. Nos compartió que le hace falta practicarlo más.
Aferrarse a lo poco que queda
‘’Y ni modo, ahora quizás la lengua va a cambiar poquito. Aferrarse con lo poquito que hay y seguirlo para que no se muera’’, dijo Díaz Ojeda al compartir que antes se usaban otras palabras que hoy en día ya no existen.
Margaret Field, doctora en lingüística y profesora de Estudios Indígenas Americanos en San Diego State University, quien enseña una clase de escritura en Kumiai en la universidad, dijo que se están haciendo esfuerzos en ambos lados de la frontera para preservar el idioma.
Mencionó que en México específicamente, Yolanda Meza de la comunidad Nejí de Tecate ha estado enseñando Kumiai en línea durante años. Y en cuanto a iniciativas del gobierno, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI por sus siglas) ha publicado al menos un libro en Kumiai.
Díaz Ojeda compartió que en un esfuerzo por mantener la lengua sería importante adaptarse a la tecnología debido a que los niños pasan gran parte de su tiempo en el celular y crear una aplicación en Kumiai para que aprendan la lengua.
Ojeda, por su parte, piensa en un futuro poder construir una escuela o como ella le llama: ‘’una casita de sauce’’, donde puedan enseñar Kumiai a los niños de la comunidad.
‘’Lo poquito que se lucha, lo poquito que se rescata, lo poquito que hayamos hecho o vayamos a hacer, va a ser bastante’’, dijo Aurelia.