La mandataria mexicana Claudia Sheinbaum dijo el jueves que espera llegar a un acuerdo con el presidente electo Donald Trump para que Estados Unidos realice las deportaciones directas de los migrantes a sus países de origen sin pasar por México.
Ante la posibilidad de que Trump concrete su amenaza de deportaciones masivas, Sheinbaum afirmó en su conferencia matutina que la prioridad de su gobierno se centrará en recibir a los mexicanos que sean deportados.
La mandataria adelantó que espera llegar a un acuerdo con la administración de Trump para que "ellos también envíen a sus países de origen las personas que vienen de otros países".
Sheinbaum recordó el acuerdo al que llegó México con el presidente saliente Joe Biden para el envío de migrantes deportados a sus países de origen.
Como parte de unos compromisos a los que se llegaron en 2023, el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) aceptó recibir hasta unos 30.000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos repatriados por mes luego de que Biden puso en vigor una normativa que endureció los requisitos para obtener asilo.
La administración de Biden suscribió en octubre de 2023 un acuerdo con el gobierno de Nicolás Maduro para la repatriación de venezolanos que Caracas suspendió este año luego de que Washington decidió mantener algunas sanciones económicas contra Venezuela.
Por su parte, México llegó a acuerdos con el gobierno de Maduro para la repatriación de cientos de venezolanos e incluso les ofreció 110 dólares al mes por seis meses y empleo para animarlos a volver a su país. No se sabe si el pago de los incentivos se concretó. El gobierno mexicano también ha realizado deportaciones de cubanos a La Habana.
A inicios de semana la presidenta mexicana anunció que su gobierno está preparando una estrategia humanitaria para atender a los migrantes antes de llegar a la frontera norte en el caso de darse las deportaciones masivas.
En ese sentido el canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente viajó a Dallas para reunirse este jueves con los cónsules en Texas para definir las acciones que se tomarán para dar asistencia jurídica a los connacionales que puedan resultar afectados por las posibles medidas migratorias que tome Trump.
Entre las acciones adelantadas por Sheinbaum en los últimos días está la contratación de más abogados en los consulados así como la reducción y digitalización de los trámites para que la atención de los mexicanos sea más fácil, rápida y personalizada.
Desde mediados de noviembre los albergues de migrantes en el norte de México también anunciaron sus preparativos para recibir a los potenciales deportados, facilitar su reintegración laboral y registrar abusos contra migrantes que se puedan cometer a ambos lados de la frontera.
Unos 11 millones de mexicanos viven actualmente en Estados Unidos y unos cuatro millones no tienen su situación migratoria legalizada.
La migración ha sido durante mucho tiempo un tema sensible entre Estados Unidos y México, y se ha vuelto aún más urgente tras la amenaza de Trump de imponer aranceles de 25% a los productos mexicanos a menos de que el país haga más para detener el flujo de migrantes y drogas.
En noviembre, Trump afirmó que Sheinbaum había "acordado detener la migración a través de México" tras una llamada telefónica entre ambos líderes. Sheinbaum, por su parte, sugirió que México ya estaba haciendo su parte y no tenía interés en cerrar sus fronteras.
"Reiteramos que la postura de México no es cerrar fronteras sino tender puentes entre gobiernos y entre pueblos", sostuvo la mandataria mexicana.